Amar es cuidar
En las Sierras de Córdoba se halla un tesoro que abriga y es hogar para más de doscientos setenta animales rescatados del maltrato y la esclavitud, una casa con paredes de Monte Nativo refugio de diversas especies que conviven en el silencio del viento y la tranquilidad del sol del atardecer. El Santuario Sierra del Cielo trabaja con la premisa del amor como vehículo y transformación para la relación de los animales con los humanos, un enlace compasivo que despierta sensibilidad a través de la inocencia y el respeto por cada ser vivo que allí convive en plena libertad.
Para llevar a cabo las actividades del Santuario, que son muchas, hay un vasto número de voluntarios que se acerca para tomar contacto con los animales a través de las tareas de cuidado: alimento, atención médica y estimulación a través de la presencia. También se encuentran los residentes, que habitan de forma permanente y acompañan la misión de la organización como es el caso de Iván «Wíonak» Berkman habitante del Santuario y activista Vegano.
El Santuario funciona como Centro de Rescate Animal brindando genuina asistencia a cada especie víctima del maltrato, la explotación y abuso por parte del hombre. Frente a estas injusticias se despierta el activismo como bandera de rebeldía brindando soluciones desde la compasión y el amor. Allí comulga el Veganismo como lazo de coherencia entre las acciones y los sentires, estilo de vida que comparten muchos de los voluntarios que se acercan al Santuario.
Desde Amalgama creemos de imperiosa necesidad visibilizar distintas causas que puedan actuar como posibles herramientas para la transformación de la realidad. El Santuario es un espacio para habitar la conexión profunda con el entorno y sentir el amor en todas sus formas.
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