Se siembra de marzo a octubre plantando las semillas a una distancia de entre 15 y 30 cm.
La germinación se producirá entre los 10 y los 14 días siempre y cuando el suelo esté húmedo y abonado.
Le gustan las bajas temperaturas. Y al cabo de unas semanas ya puedes ir cortando hojas (siempre las exteriores) y podrás ir cosechando hasta la floración, cuando termina el ciclo vital de esta planta.
La rúcula va formando hojas nuevas desde su centro, de forma continua, hasta que surge un tallo que crecerá verticalmente. Sobre él se formarán las flores. Este tallo floral nos indicará que su ciclo de vida está finalizando, pues de ahí podremos extraer sus futuras semillas.
Se desarrolla más rápido en verano que en invierno, así que si queremos disfrutar de rúcula durante el mayor periodo de tiempo posible es mejor plantarla en otoño, pero, aunque la plantes ahora, todavía queda un tiempo hasta que llegue el calor y puedes disfrutar de tu rúcula durante unos meses.Con el calor además, sus hojas adquieren un gusto amargo, así que mejor que no le dé el sol directo.
Si la siembras en semillero la podrás tener más controlada hasta que tenga suficiente fuerza para ser trasplantada, cuando empiecen a salir las tres
primeras hojas tras los cotiledones.
Si siembras en maceta, hay que procurar no sembrar las semillas muy juntas, ya que aunque probablemente lleguen a brotar todas, poco a
poco irán muriendo debido al hacinamiento.
Respecto al riego, no requiere un riego abundante, tan sólo comprobar que el sustrato se mantenga húmedo. nabo, así que no es compatible con ellas. Sin embargo, como es una planta de ciclo corto y tolera bien la sombra, se
puede aprovechar para asociar con otras plantas de ciclo más largo como el tomate, el pimiento o la berenjena.
Fuente: https://www.elhuertourbano.net/