Cada 1° de noviembre se celebra el Día Mundial del Veganismo, un día para mirar de frente nuestra relación con los animales, la Tierra y la vida misma. Nació en 1994, gracias a la visión de Louise Wallis, entonces presidenta de la Sociedad Vegana, quien quiso conmemorar 50 años de un movimiento que decidió vivir sin explotar a ningún ser.
Desde aquel momento, el Día Mundial del Veganismo se convirtió en una oportunidad para reflexionar, compartir y sembrar conciencia. No es solo una fecha para celebrar, sino para recordar que cada elección —lo que comemos, vestimos o consumimos— puede sostener la violencia o abrir caminos hacia la compasión.
Es un día de acción y de transformación. Cada palabra, cada diálogo, cada gesto que invita a repensar nuestra forma de habitar el mundo, es una semilla de cambio. Porque el veganismo no es solo un estilo de vida: es un llamado ético y profundo a respetar todas las vidas, y a reconocernos como parte de un entramado común que une seres humanos, animales y planeta.
Ser vegano es elegir la empatía, la justicia y la vida en todas sus formas.
Cada 1° de noviembre nos recuerda que, en nuestras manos, está el poder de transformar el mundo.
Unidos en Amor
Amalgama

Animales Rescatados comiendo su alimento en el Santuario Sierra del Cielo – Córdoba –